Despertar y verse, no en la hoja, no en el árbol, siquiera en el campo que se extiende sin remedio. Despertar y verse tan solo en la semilla, en su conciencia, pujando, y saber que nada de eso existe, que pronto seremos consumidos por el paisaje, que lloverá sobre nosotros, que una mano más o menos hermosa, humana siempre, nos lanzará al polvo y que el polvo hará lo mismo que la mano y que nadie vendrá a hablarnos de sosiego, de labilidad, porque todo pasará tan rápido como un canto de estrellas en el cielo.
To awaken and see oneself, not in the leaf, not in the tree, not even in the field that stretches relentlessly. To awaken and see oneself only in the seed, in its conscience, striving, and knowing that nothing of this exists, that soon we’ll be consumed by the landscape, that it will rain upon us, that a hand that’s more or less lovely, always human, will cast us into the dust and that the dust will do the same as the hand and that no one shall come to speak to us of tranquility, because everything will happen as fast as a song of the stars in the sky.